Quebrantaste las palabras
y hundiste el secreto,
como fuego en llamaradas
hiciste cenizas los momentos.
No digas nada, ni una palabra,
sella las palabras de ese secreto,
palpa esos labios mentirosos
ahí está el calor de mis besos.
Olvida la noche aquella
donde la estrella brillaba
en el firmamento,
olvida la estrella si era tan bella
por fuera y por dentro.
Olvida a la ingenua amante
la que aguarda tu espera
las noches de primavera
olvídala, olvídala, olvidala.
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